Saturday, January 8, 2011

SexoSentido, carta del editor (Enero)

No soy de los que creo en la suerte y cada vez que me la desean suelo preguntarme qué es exactamente lo que significa eso de tenerla.
Algunos la definen como la capacidad para identificar las oportunidades y aprovecharlas al máximo, cosa que me parece bastante racional y por ende creíble, pero que excluye del todo el elemento del azar que le adosa la mayoría.
No creo que las cosas pasen porque sí, ni que unos tengan más suerte que otros porque les cayó del cielo, porque hicieron un ritual, porque se ensalmaron o porque la pestaña les quedó pegada del dedo gordo. Eso de los deseos cumplidos, dese hace mucho, me parece más un compromiso a aplicar el trabajo necesario en función del logro certero de una meta que un asunto salido de la varita mágica de Harry Potter.
Cada año, específicamente el último día, el asunto de la suerte y los deseos cobra gran importancia en vísperas del nuevo año. Un sinfín de rituales se ponen en práctica y mientras se comen las uvas de la tradición (que si a ver vamos muy poco son responsables del cumplimiento de deseo alguno), escuchamos cosas como “por fin termina este año”, “que pavoso ha sido el 2010”, “que el 2011 nos traiga esto o aquello…” en fin, como si el número o el año en sí tuvieran un poder especial sobre nosotros y nuestros logros o miserias.
Sin embargo, año tras año mi mujer, muy devota de rituales de todo tipo, pone a prueba mi escepticismo.
Para ella, el color del vestido con el que se recibe el año nuevo tiene un valor extraordinario para determinar la afluencia de cosas buenas en el año entrante o el que sucedan cosas negativas. Ha probado todos los colores y ha elaborado su propia tabla de efectos secundarios. Me solía causar gracias el asunto y lo tomaba como parte de la celebración, pero con la suerte, como con todo lo que no podemos explicar completamente, estas prácticas distan de ser sólo frivolidades.
Sucede que, si bien para mí no es relevante la tradición ni el color del traje que me pongo, cosa que compruebo vistiendo cada año igual y buscándome mi propia “suerte” con más trabajo práctico que esperanza esotérica, una vez que le adjudicas al vestido, la uva o el número del año un poder sobrenatural para influir sobre los acontecimientos que te esperan, la cosa suele en efecto tener ese poder.
Me lo explico diciéndome que la mente es poderosa y que si te has grabado la idea de que este es un “mal año” lo será y que si vestirte de dorado te traerá prosperidad probablemente te aumenten el sueldito.
Así que aunque me encantaría desde mi razón y mi sentido común quitarle a todas estas prácticas su poder sobre los hechos concretos, aunque quisiera e incluso pudiera enfrascarme en demostrar que nada tienen que ver con lo que hagamos luego de nuestras vidas, siempre habría un factor, alguna variable sin control que terminaría por dejar al menos una duda razonable sobre la suerte, la magia y la superstición.
No obstante, me permito comenzar el año, más que deseándoles un feliz año, más que augurándoles suerte  y un mágico porvenir, invitándol@s (e invitándome) a tomar bien temprano en el año las decisiones prácticas necesarias que nos enrumben en el camino del trabajo certero que nos hará sin lugar a dudas los sueños realidad.

3 comments:

  1. sin duda alguna que la tradición te señala que recibir el nuevo año con determinados accesorios -los más parecidos a la moda actual en países-, practicar algún ritual o realizar determinadas peticiones son acciones buenas para construir un escenario en el próximo año. En lo particular, ya eso está de lado, mientras mi madre estuvo viva eso era tema necesario en diciembre pero ahora que murió y que yo jamás aprendí a realizar ninguno pues no se hace y aunque han pasado 2 años de su muerte debo decirte que si no me esforzara no lograría jamás realizar muchas actividades -el año pasado- cuyo resultado es positivo.
    No se como sea la suerte y como funcione la magia pero sólo se que si no tomas el control y realizas todo aquello que es necesario para alcanzar o lograr lo que deseas, pues sencillamente solo queda esperar por otro fin de año.

    Saludos!...

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  2. Ante todo...pues es un demas decir...que sigo o trato de seguir cada palabra que de usted me llega...y en estas ultimas...pues nuevamente concuerdo...la suerte considero no existe...lo que estoy segura es de que cada quien se forja el futuro que merece y por el que trabaja...por eso es que en vez de desearles a las personas suerte (porque insisto en forma muy personal que eso no existe), les deseo exitos...ya que es una palabra que te inspira a alcanzar aquellos obejitivos buenos, malos, certeros o no...de lo que de alguna u otra forma te planteas mediata o inmediatamente...espero poder seguir llenandome de esas palabras que por el hecho de ser francas, directas y reales me hacen seguir con el pensamiento claro...y sobretodo me hacen dar cuenta de que en definitiva no estoy tan loca como muchos piensan por pensar y decir las cosas como son....muchos exitos...Sunin!!!!!!!!

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  3. Hola Luis espero estes super espectacular como siempre. Estamos Organizando en Falcón un Congreso Internacional de Sexología 2011 y deseamos invitarte para que seas ponente en este importante Congreso. A él estan Invitados Alessandra Rampolla de Puerto Rico, Lcdo Sandro Benecci de Argentina (confiramado), y las chicas i de sexopolis. Si nos puedes contactar para cuadrar todo y para nosotros sería un honor tenerte por estas tierras...geinnotec@gmail.com, gerenciaemprendedorapotencial@gmail.com, 0424-6216880. esperando una respuesta positiva de tu parte se le quiere un montón.... Atte; Econ. Nancy Navas Vargas...Coordinadora General de GEINNOTEC.

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