Thursday, January 20, 2011

Mi vida, tu cielo

No, no se trata de un decir de enamorados. 


Venía yo, que no creo en las casualidades, en un taxi pensando en la insólita coincidencia de haber hecho un comentario sobre Benazir Bhutto en un artículo que irónicamente fuera publicado exactamente el día de su asesinato. Entre el sinfín de ideas que iban y venían en mi cabeza me pregunté cómo podía una mujer ser musulmana, luego me respondí poniéndome de ejemplo a mis amigos homosexuales y amigas divorciadas que son católicos fervientes, que pertenecen a una religión que los excluyen o que los condiciona, como si de una negación de sí mismos se tratara. Cosas de la vida, supuse, y continué divagando hasta que el chofer (nunca hay que subestimar la capacidad de un chofer de taxi en Nueva York de brindarnos una gran historia) me preguntó sobre mi país de origen. Acto seguido me preguntó cuál era la religión de mi país. Allí noté su acento árabe y de inmediato me vino a la mente que nunca me había detenido a pensar en la religión de mi país. Debo reconocer que me pone nervioso atribuirle, por ejemplo, una tendencia política a un supermercado, una clase social a un teatro o una religión a un territorio geopolítico. El hacerlo sería de entrada excluir a todo el que comprara en la tienda, fuera al teatro o habitara el país que no compartiera la tendencia, la clase o la religión de los demás. Pero igual le dije que católica, por ser la religión de la mayoría, aunque me cuidé de especificarle que habían también judíos, musulmanes, budistas y hasta Kishnas, agnósticos y cienciólogos. El chofer, Mustafá de nombre, me habló entonces de los errores históricos del cristianismo y de las verdades del Corán. Yo escuché atentamente y con respeto le expliqué que en verdad no era yo muy religioso. Él lo lamentó profundamente y me echó un vistazo por el retrovisor como quien mira a un condenado. Entonces decidí hacerle yo mis preguntas. Le pregunté qué hacía él en un país al que odiaba, cómo se sentía cuando tenía, digamos, que hacerle carreras a judíos ortodoxos y, por supuesto, cuánto justificaba él las atrocidades cometidas en nombre de Alá. Respondiéndome elocuente, me dijo que mucha gente los malinterpretaba, me contó que en su pueblo, al sur de Egipto, si una mujer cometía adulterio era penada con la muerte. ¿El esposo puede matarla?, pregunté, No, por favor, respondió, matarla no, pero la conduce hasta un lugar público en el que se reunirá el pueblo entero para apedrearla y, claro, al final igual muere. Entonces rematé con mi pregunta estelar: Señor, le dije, yo no seré muy religioso, pero ando por la vida sin hacerle daño a nadie, me ocupo de mis propios asuntos y de vez en cuando, cuando mi ego me lo permite, hasta hago algún bien por alguien, ¿Usted cree que yo voy al infierno? Sin duda alguna, respondió de inmediato. ¿Y el señor cornudo que conduce a su esposa al cadalso va al cielo? Por supuesto, respondió. Antes de bajarme del carro le comenté que me parecía muy bien su razonamiento porque yo, a ese cielo al que él y sus amigos iban, a mí no me interesaba acudir. Preferible sería ir al cielo donde está la Bhutto y todas las víctimas de los extremismos de cualquier índole. Esto último, desde luego, no se lo dije en voz alta. Tampoco es que tenga ninguna urgencia en llegar allí.

4 comments:

  1. QUISIERA SABER CUANDO ABRES OTRO FACEBOOK YA QUE HE TRATADO DE MANDARTE MI SOLICITUD PERO YA ESTA MAS QUE OCUPADO, ESPERO RESPUESTAS BESOS INFINITOS... SOY LA MISMA DE SAN JUAN DE LOS MORROS HAYSAMAR!

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  2. como todo en la vida con pro y contra las religiones son un tema hiper amplio, no basta con decir que se cree hay que hacer o ejecutar lo que se cree. si bien soy critica en cuanto a otras tendencias igual hacia el cristianismo porque ta bien fallo y a mi punto de vista "pelao" en algunas cosas, respeto todo punto de vista ajeno y condeno aquellos que dicen matar o lastimar en nombre del "señor" eso es solo justificar lo injustificable y escudarse para no asumir responsabilidad. que el cielo y el infierno??? ni alto ni bajo, simplemente en lo mas profundo de nosotros mismos, nuestras acciones nos definen como personas, seres humanos, se debe llegar al punto de dejar de ser verdugos y dedicarnos a crecer dando lo mejor, ya Dios con su dedo tomara su decision.

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  3. jaja claro ni de chiste!!! Yo no consivo la idea de quitarle la vida a alguién y mucho menos por unos cuernos, y menos que menos creer que está bien visto por los ojos de Dios!!! Bueno, cada quien con su locura!!! jeje Que estés bien! Besossss

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  4. Eso, creo, es lo profundamente interesante del relativismo cultural...

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