Thursday, December 1, 2011

(NO) Tenemos que hablar


“Tenemos que hablar”, dice la mujer. El hombre se pregunta “¿ahora qué hice?”, pero mentalmente porque no atina a verbalizar, mientras recorre las posibles malas acciones que le hayan podido descubrir. El hombre sabe que no saldrá bien parado de esa conversación.
Todo lo que se pueda “hablar” después de esta frase dicha por nuestra pareja incluye varias cosas que hacen imposible un final feliz.
Toda mujer que solicite hablar viene sumamente insatisfecha, eso es evidente. De allí que el recorrido mental del sujeto por sus posibles errores recientes no está fuera de lugar. Sin embargo, rara vez la petición se plantea para abordar un evento concreto, eso sería lo que podría pensar un hombre, pero no es lo que generalmente impulsa a la mujer a la charla.
Otra de las complicaciones que a un hombre le supone este diálogo es descifrar el dialecto que la mujer propone. Tendremos que emprender el arduo proceso de verbalizar nuestras emociones. Ustedes podrán creer que eso nos resulta sencillo, pero la verdad es que uno finge ser capaz de expresar sus sentimientos principalmente cuando se las quiere llevar a la cama en las primeras citas, pero aquello es más o menos como recitar un poema que memorizamos en francés, nunca realmente hablar el idioma. El dialecto emocional no se nos suele dar, y si se nos da, es muy probable que la charla sea para cortarnos las patas por melosos.
El “tenemos que hablar” muestra en este punto su verdadera cara, no es un diálogo, no es que tú me quieras escuchar realmente, es que vas a hablar y yo voy a escuchar algo que no quiero oír sobre mi absoluta incapacidad para hacerte feliz. Básicamente de eso se trata. Toca entonces enfrentarse con la verdadera raíz del problema, que en esta conversación terminará por centrarse en alguna de nuestras monumentales fallas como hombres.
Los más dados al autoanálisis nos preguntaríamos ahora cuál puede ser el motivo de la insatisfacción, pero es imposible respondernos, sobre todo si nos agarran fuera de base.
Un hombre práctico podría en ese momento salir airoso del encuentro. Podría mirarte a los ojos y mentalmente multiplicar 634 por 72, mientras finge atención. Luego, una vez terminada su exposición, responder “tienes razón, mi amor, no me había dado cuenta de eso, de ahora en adelante lo tomaré en cuenta y te juro que voy a cambiar”. No importa que uno no haya escuchado nada de lo que dijiste, esa respuesta es la que ustedes quieren oír y darla será suficiente para continuar viviendo en nuestras respectivas zonas de comodidad sin mayor trauma.
Pero supongamos por un momento que escuchamos realmente lo que ustedes nos plantean. La conversación es realmente una confesión. Invariablemente nos expondrán el descubrimiento que acaban de hacer: no somos los hombres con los que ustedes soñaron casarse. No somos ni remotamente parecidos y desde su perspectiva imposible de mujer pretenden con el “hablar” que tomemos nosotros la determinación de transformarnos en ese que ustedes realmente querían pero que no escogieron. A ver si así se vuelven a enamorar. A ver si viven en negación unos añitos más antes del divorcio. A ver...
Sería interesante que en lugar de hablar entendieran que no podemos hacerlas felices porque ustedes ni saben lo que quieren ni quieren ser felices realmente. Que la insatisfacción que provoca la necesidad de hablar con el peoresnada sólo la pueden resolver ustedes solitas y que el insensible sujeto incapaz de expresar sus sentimientos es, en el fondo, bastante más honesto consigo mismo que ustedes.
En fin, que mi respuesta es NO, no quiero, no pienso caer en provocaciones, no me da la gana de hablar. 

3 comments:

  1. Que arrecho eres, como puedes entender y saber como somos las mujeres...ERES LO QUE TODA MUJER MERECE OÍR, sin ser empalagosa y hasta fastidiosa Sr luis mis respetos, EN MI VIDA LEÍ A ALGUIEN QUE SE DIERA EL TUPE DE SABER COMO REALMENTE ES LA MUJER Y TODOS NUESTROS COMPLEJOS...

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  2. Ni nosotras somos las mujeres desenrolladas que Uds. deseaban tener para su paz mental. Cuentas claras, conservan amistades, y empates...

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  3. como mujer creo que es bastante cierto lo que luis plantea, no digo que tenga la razon total.. pero es obvio que hay mujeres mucho muy complicadas y que lo unico que quieren oir es eso lo que ellas quieren si se les dice la verdad es peor.. asi como los hombres cuando le decimos que TENEMOS QUE HABLAR y cuando medio entiende lo que pedimos lo aplican por una semana.. asi que nada dejen tanto rollo..

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