Leí hace poco una editorial en una revista española en la que
su autor recitaba su credo personal. La idea de inventarme uno me sedujo de
inmediato y te invito a que hagas un ejercicio exótico de honestidad contigo
mism@ y te armes tu propia oración, tu credo. No será orada en masa, y hasta
sea tal vez un poco blasfema, pero será la tuya, y eso no es poco.
YO creo que la mujer es, desde luego, superior,
y que si hoy no tiene los mismos derechos que el hombre es porque ella así lo
prefiere.
Creo que la mujer decide y el hombre obedece, de Eva en adelante, y
creo también que ella gobierna el planeta aunque no quiera el título oficial para no
quedarse más sola de lo que ya está. Creo que la fuerza del hombre es una
ilusión.
Creo que macho no aguanta dolor, y que es mejor decirle a un hijo que
se golpea que “aguante como una hembrita”.
Creo que Hillary Clinton es la cabeza de una nación poderosa,
aunque más poderosa que ella es siempre mi mujer.
Creo que eso de la “batalla de los sexos” es un invento para
distraernos de lo importante, y que si en efecto hay esa batalla, ya se sabe el
resultado antes de pelearla, así que ¿para qué?
Creo que los celos son un fastidio y la pasión una fuerza
destructiva que nunca tiene futuro.
Creo que las mujeres se respetan entre sí mucho menos que los
hombres.
Creo que el hombre compite para ganar y la mujer compite para
destruir a su contrincante.
Creo que una mujer nunca es mujer sólo porque es madre, que
hay madres que son pésimas mujeres y mujeres grandiosas que nunca procrearán.
Creo que la modestia y la humildad están sumamente
sobrevaloradas, y que la ambición determinada es en realidad la gran virtud.
Creo que todos mentimos, y mucho, y que después de “si te soy
sincer@...” siempre viene una mentira.
Creo que si la religión es el opio de los pueblos, las ideologías
son el Crystal- Meth, por no hablar del sexo disfrazado de romance. Creo que es
tu prerrogativa lanzarte por cualquiera de los tres barrancos, o por los tres
si así lo prefieres, pero yo prefiero decirle NO a las drogas.
Creo que el mayor logro del Ché y Marilyn es que erán
increíblemente fotogénicos.
Creo en el respeto y no en la tolerancia.
Creo que el sexo nos obsesiona principalmente porque estamos
urgidos y no lo asumimos.
Creo que la estupidez es un crimen que debería ser
penalizado, que el chisme es un cáncer que hay que erradicar, y que el
fanatismo es una imbecilidad para la que no tengo ni tiempo ni paciencia
alguna.
Creo que sentimos la urgencia de criticar a los que cometen
las mismas faltas que nosotros pero no queremos verlo. Y creo también que los
críticos, de cualquier índole, se cambiarían en un instante y sin pensarlo por aquel
a quien critican.
Creo que el reguetón es una aberración intolerable, pero ¿quién
soy yo para decirlo?
Creo que tenemos que dejar a Dios tranquilo y mirarnos muy de
cerca al espejo antes de juzgar.
Creo que no soy un hombre de fe, pero nadie podrá decir nunca
que no soy un creyente.
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ReplyDeleteExcelente publicación Luis. Me ha encantado este post (lo he visto dos años después, pero me ha llegado, eso es lo que cuenta). Lamentablemente si la estupidez fuera penalizada, las cárceles estarían repletas, no habría espacio para tanta gente en las cárceles, a menos que se les pusiera una multa que pudiese ser utilizada para alimentar a los más pobres del mundo y de cierto manera convertir así, lo estúpido en algo útil. No se si Mimí es más poderosa que Hillary Clinton jajaja pero sin duda, si que es una gran mujer, mis respetos tanto para tí como para ella.
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